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El Estado odia esta idea (y la querrá hundir rápido)

Mira esto.
Imagina vivir en un lugar donde no pagas impuestos, no hay ministerios, no hay regulaciones absurdas… y tus tardes consisten en comerciar libremente, navegar a un festival en otra ciudad flotante o tomar ron mientras el sol se esconde.
Eso es el seasteading.
Básicamente: comunidades permanentes en el mar fuera de las aguas territoriales de cualquier país. Nada de gobernantes, parlamentos o coacciones de ningún tipo. El sueño de todo libertario que ame vivir junto al mar y que no le toquen ni la cartera ni su forma de vida.

La idea la popularizó Patri Friedman (el nieto de Milton Friedman), junto al Seasteading Institute (fundado por él en 2008). La motivación era simple: si en tierra y aguas nacionales los estados monopolizan el poder, ¿por qué no crear una urbe de libertad en aguas internacionales?
Así se puede elegir un marco legal y económico propios. Y si no te gusta, te mueves a otra plataforma. Competencia pura y dura.
Para el anarcocapitalismo, el seasteading es como un sandbox de la vida real:
No hay que “convencer” a votantes estatistas.
Puedes implementar comercio 100% libre desde el minuto uno.
La defensa de la propiedad privada se organiza de manera voluntaria.
¿Suena idílico? Sí.
¿Es viable? Hoy en día… no.
Los enormes costes económicos serían lo de menos. El principal obstáculo sería, por supuesto, el sabotaje legal por parte de los estados:
Dificultades para comerciar al no reconocer el territorio.
Podrían justificar invasiones o ataques alegando “motivos de seguridad, lucha contra el crimen o protección ambiental”.
Más adelante, en el largo plazo, se podría dar situaciones que permitan el surgimiento de una ciudad flotante: acuerdo con un país afín a las ideas libertarias, plataformas móviles que cambian de ubicación periódicamente para evitar conflictos legales o aprovechar un vacío legal que se de en el futuro para crear el seastead.
Como ya os hemos dicho en otras ocasiones, solo hay un elemento, una herramienta capaz de amenazar realmente el dominio del Estado y aumentar tu libertad: Bitcoin.
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